jueves, 11 de febrero de 2010

comenzando a caminar...


Comenzando a caminar

Algunos de los temas a desarrollar están resumidos en estas pequeñas reflexiones (de cuando tenia 15 años -ya tengo 22-)y comence a encontrar en la hoja en blanco un refugio perfecto para sumergirse a través de la lapicera, en un mundo aparte. Disparada por pensamientos perturbadores, o análisis de las cotidianidades que muchos no se detenían a observar. Comienza un camino distinto, que no cuestiona formas ni estilos, simplemente da lugar para que la fluidez se desenvuelva y la espontaneidad reine el mundo de la expresión.

1) ¿Que es la realidad? Existe en verdad el presente, el ahora? ¿O es un permanente juego con el futuro, enlazado con el pasado, que rebalsa de recuerdos y aprendizajes, que nos guían por el camino de la vida…? ¿Y el tiempo? ¿Qué es? ¿Una estrella fugaz, tal vez? A veces vuela demasiado rápido, otras parece haberse chocado con algo y se detiene y simultáneamente se contrapone con nuestros deseos. Todo está en uno, en encontrar la forma de aprovecharlo, la visión mas factible, la que nos genere mayor placer, buscando siempre ese equilibrio tan difícil de lograr. El desafío se complica a medida que avanzamos, atravesando obstáculos que finalmente nos llevan a confirmar nuestra existencia; que lo que pasó fue “por algo” y valió la pena por el solo hecho de la experiencia. La que nos enriquece impulsándonos a experimentar mas lejos a lo largo del “camino”, donde nos vamos descubriendo y conociéndonos lentamente. Entendiendo que poco a poco el que pierde aprende, y el que no aprende no vive, estancándose en el mismo lugar.


2) ¿Qué sentido tiene la vida? Cada uno de nosotros lo encuentra en diferentes cosas. Muchos creen en una fuerza sobrenatural que nos controla y nos marca el destino, otros simplemente atribuyen ese “sentido” a lo que viven, intentando descifrar el por qué de los hechos. Una postura intermedia diría que todo lo que ocurre no es por casualidad, si no “por algo”, alguna razón que nos conduce, pero que no siempre es tan clara en el momento de querer entenderla, sino que se hace mas visible con el paso del tiempo, incluso a veces nunca terminamos de comprenderla. Contradictoriamente quizás a esta “razón concreta” existe algo que va mucho mas alla de los real pero que a su vez no deja de enlazarse con las percepciones sensoriales. Se trata de un sentido mucho mas profundo y sobre todo abstracto y subjetivo, por lo que difícilmente pueda ser compartido con los demás. Lo podemos observar en hechos, asi como también en lo simple y cotidiano como personas, lugares, objetos, palabras. Se trata de una especie de sentimiento, pero que no llega a serlo; tampoco podemos clasificarlo como pensamiento. Es una mezcla en la conjunción de ambos. LA MAGIA te conecta de una manera especial y única con lo que se nos presente, permitiéndote ver eso mismo de una manera distinta, apreciándolo independiente de sus otras cualidades.


3) ¿Qué buscamos? Frecuentemente apuntamos a la perfeccion, intentamos encontrar el camino donde los errores no existan, sin admitir la idea de que esa “obsecion” de que todo sea exactamente como queremos, termine por desvirtuar el sentido de lo que realmente es. Esa es una de las razones fundamentales por la que muchas veces no podemos disfrutar de las cosas. El hecho de pensar nos conduce al análisis, lo que en reiteradas ocaciones nos juega en contra, produciéndonos estados de confusión que desembocan finalmente en el fracaso.
Esta razón no es el único motivo, sino que hay otro del que dependemos permanentemente y de alguna manera nos obliga a aprender a convivir con él. Estoy hablando del “sistema”, aquel que nos impone la sociedad desde que nacemos, afectándonos de manera distinta según la etapa que transitemos, condicionando cada acto, pensamiento y hasta sentimiento. Escondiéndonos de este modo el verdadero sentido de lo que vivimos y somos. Convirtiéndonos en seres completamente dependientes y atados a aquella línea estricta a la cual debemos adaptarlos, dejando de ser libres.

Contraponiéndose finalmente estas dos ideas podemos entender que lo ideal seria encontrar un equilibrio entre ambas, pero ¿cómo lograrlo? Simplemente viviendo, explorando lo bueno que se nos presenta, sin empecinarnos en resaltar las faltas, evitando asi todo tipo de barrera que nos impida llegar a la felicidad.


4) ¿Quienes somos? Permanentemente las experiencia nos conduce al cambio, aprendiendo de los errores y valorando las gratificaciones de los buenos momentos. Nos adaptamos inconscientemente a los nuevos conocimientos y adquirimos actitudes distintas, buscando acercarnos a nuestro objetivo constante…”la felicidad”. Tenemos infinitos caminos para acceder a ella, pero depende de nuestras continuas elecciones. Existen a su vez ciertas influencias sociales, y mas aun de nuestro circulo mas cercano que nos resultan imposibles de evadir. La critica hacia nuestros actos o maneras de proceder, que provengan de aquellos seres, pueden deberse a motivos como la envidia, el desacuerdo o la originalidad, el ser distinto al resto. Sucede entonces que lo que solíamos hacer y pensar que era “correcto” termina siendo cuestionado y finalmente abandonado. Terminamos por convertirnos en un producto colectivo, perdiendo progresivamente la individualidad inicial. Y cómo rescatarnos? Fundamentalmente, independientemente de cualquier modificación no debemos olvidar quienes somos y qué nos define, la escencia que nos diferencia de los demás impidiéndonos caer en la absoluta mimetización.


5) ¿Todo lo controlamos con la mente? A simple vista pareciera que nuestra voluntad nos domina, aunque a veces nos lleve a actuar de manera impulsiva mantiene su presencia. ¿Y los sentimientos? ¿Cómo se conectan con este “querer consciente”? ellos habitan en un mundo aparte, logrando su permanencia aunque no coincidan con lo que pensamos o con lo que creemos que puede proporcionarnos un bienestar mayor. El conflicto se hace evidente cuando la incompatibilidad entre ambos se hace insostenible. De este modo tendremos dos recetas por las que están compuestas nuestros actos. La primera sería siendo fieles a nuestros sentimientos y exclusivamente a ellos y la segunda actuar del modo que pensamos que es mas conveniente, guiados por nuestra parte racional, el pensamiento. La elección ideal sería una mezcla entre ambos de manera tal que nuestra doble realidad interior quede expresada en nuestro accionar. De otro modo estaremos incompletos.


6) ¿Existe el equilibrio? No se trata de un único punto. Lo encontramos al alejarnos de los extremos, pero simultáneamente en el habitan variantes que resultan ser contradictorias por estar de modos diversos combinados los dos polos. Deducimos entonces que la dificultad aparece no solamente por encontrarlo y mantenerlo, sino por diferenciar entre sus alternativas la que nos conviene tomar. Aquí aparece un tema recurrente…Tomar decisiones, elegir algo que implica abandonar otra opción. Para ello es importante mantenernos abiertos al cambio, conocer las variables y fundamentalmente adecuarlas al momento por el que estamos transitarnos. Se trata pues de un equilibrio dinámico, con peligro de estancamiento al vernos encerrados en una sola alternativa, aferrándose sin admitir otra posibilidad. La clave consiste en no perder nunca la espontaneidad de nuestros sentimientos que se reflejan de mayor o menor medida en nuestros actos, evitando que se transformen en meras construcciones impersonales y estructuradas.


7) ¿Que son los limites? Hay determinadas normas que debemos respetar de modo obligatorio, pero existen parámetros que construimos de modo inconsciente en base a lo que es considerado en el común de las subjetividades que debe ser. Funcionan como guias de nuestros actos, pero…realmente nos ayudan? Resultan productivos al concordar realmente con ellos, distinto de intentar “ser parte de” aquella mayoría. Concluimos por lo tanto que el sentido del limite es muy variante dependiendo de que forma lo apliquemos.


8) Todo tiene un por qué? Frecuentemente acostumbramos a emitir juicios de manera superficial, sin detenernos en la profundidad que se esconde detrás de lo que simplemente “se ve”… La difícil tarea de ponerse en el lugar del otro implica adaptarnos a una realidad que no es la nuestra, salir de nosotros para sumergirnos en otra esfera, el otro. El logro de ella conduce a la satisfacción de aceptar las alteridades comprendiendo motivos adversos y diversos a los que acostumbramos, descubrir que el no coincidir no condiciona el no entender.


9) Recuerdos…poseemos la capacidad de guardar a través del tiempo aquello que percibimos sensorialmente (lugares, fragancias, sonidos, sensaciones, etc.) que son las herramientas para reconstruir situaciones pasadas. Es tal vez el único medio consciente que tenemos para volver al pasado, y frecuentemente repercuten en nuestro presente dejándonos sus inevitables huellas. En reiteradas oportunidades resultan ser positivos debido a dificultar “el tropiezo con la misma piedra”, convirtiéndose de este modo en aprendizajes fructíferos. Otra posibilidad es que se tornen negativos al funcionar como elementos paralizantes para una posterior vivencia similar, por motivos de fracaso de la vivida, quitándonos la espontaneidad del explorar sin tener escrito que es lo que puede ocurrir, obligándonos a controlar nuestros pasos. El componente mágico de este proceso, independientemente se su influencia en el futuro, es la capacidad que nos brinda para transportarnos por un instante a aquello transitado alguna vez, conectándonos con emociones que no siempre coinciden con las de aquel tiempo recordado. Solemos atribuirle mayor valor a lo que ya no conviven con nosotros; o contrariamente desprestigiamos momentos disfrutados y nos arrepentimos.


10) ¿Todo es relativo? Depende en forma directa del modo en nos coloquemos para mirar. Observamos como el “qué” pasa a segundo plano, el “cómo” varia respecto del “dónde”, es decir desde que parte del camino nos paremos para observar. Focalizándonos siempre desde nuestra perspectiva entendemos la relatividad que adquiere el objeto, cuando contradictoriamente lo que varía no es mas que la mirada del sujeto. Esto sucede debido a las diferencias individuales, que caracterizan a cada persona como única. Cada uno de nosotros poseemos similitudes pero también infinitas variedades de formas para proceder ante lo mismo. En ocasiones resulta casi imposible comprender esto por creer que lo “propio” es lo correcto. La rigidez que defiende nuestra postura nos conduce al encierro, imposibilitando la adquisición de nuevas estrategias para llegar al mismo sitio. El aprendizaje a través del intercambio nos enriquece sin por ello dejar de ser como somos. A su vez existen otros motivos por el cual aparecen otras puertas y los mismos ojos parecen estar viendo un paisaje distinto. Factores como el tiempo, junto con las circunstancias que estemos atravesando suelen modificarnos y en consecuencia modificar lo que vemos. Nuestra subjetividad permanece abierta y en continuo movimiento de incorporación y deshecho.


11) ¿Las casualidades existen? Hechos sin explicación en el momento que suceden, coincidencias insólitas, encuentros inesperados, palabras sorprendentes. ¿Dónde incluimos todas estas cosas que no planeamos? Que ocurren y no solamente nos incluye a nosotros, sino que frecuentemente suele participar algún tercero. Se atribuye generalmente a la existencia del “destino”, pero seria una postura muy simplista la idea de que todo este “ya escrito”. En cambio una visión mas comprometida dice que cada uno se encarga de escribir su propio destino a medida que transita…Aunque las casualidades no dejan de existir… ¿y que son? Pienso que son reales hasta el instante que entendemos el “¿por qué?”. Quizás nos lleve todo una vida lograrlo y aun así no podremos terminar de descifrarlo. En ocasiones nos resulta natural y lo aceptamos, otras nos obsesionamos por querer comprender sus causas. Probablemente sean “señales” con un significado concreto, pero tampoco debemos guiarnos por ellas, simplemente saber que pasan “X ALGO”.

12) Confusión…es algo asi como un nudo que genera molestia y malestar. Simbolizado frecuentemente con un “no sé…”, con el que nos chocamos de manera repetitiva. Solemos atribuir esta sensación de incertidumbre, provacada por la falta de decisión, a factores externos ligados a nosotros de alguna manera, pero en ellos se esconde el verdadero motivo, la inseguridad propia. ¿Cómo alcanzamos aquella forma en que las dudas puedan cesar? Debemos primero comprender la proveniencia del problema, viene del interior, no se encuentra afuera, este simplemente se encarga de avisarnos. Los consejos y opiniones que podemos recibir también vienen del mundo externo y actúan como intensas influencias, dada nuestra inseguridad. Debemos tener prodencia en la recepción de estas palabras, y fundamentalmente aprender a escuchar sin olvidarnos que la tarea de decidir es exclusivamente nuestra.


13) ¿Sentirse completa es estar feliz? La sensación de plenitud de la que somos privilegiados de alcanzar suele engañarnos en la relatividad de su duración. La causa que nos condujo es un determinante fundamental. Nos brinda de algún modo la posibilidad de predicción parcial a través de la percepción de las evidencias que deja ver. Pero resulta ser compleja la tarea del “darnos cuenta en el momento adecuado”. La idealización aparece como un enemigo fiel, encargándose de esclarecer lo oscuro y ocultar la claridad de la realidad que se nos presenta.
Nos cuestionamos entonces si realmente existe aquel estado de paz imperturbable; o se compone de meras “cegueras” producidas por las fuertes idealizaciones, donde reina la convicción obsesiva de nuestros sentimientos y lo que “queremos que sea”.
La respuesta la solemos hallar sólo cuando la venda de nuestros ojos ya no está y entonces podemos ver lo que es. Consecuentemente la desilusión se hace presente al no concordar esta nueva visión con lo que creíamos que era la real. La incorporación de esta experiencia dolorosa nos permite posteriormente poseer riendas mas firmes para controlar nuestros ideales.
Puede ocurrir que nuestra percepción haya sido acertada, por lo tanto su confirmación a través del tiempo, junto con los hechos acompañantes permiten el paso de estar completos a ser felices, o estar tal vez estar mas cerca de llegar a la utopía de estar siempre “bien”, debido a que no es mas que la suma de momentos.


14) El alma ¿Qué es? ¿Existe? ¿Es una parte independiente del resto? O acaso esta ligada con sentimientos, pensamientos, esencia? ¿Que es nuestra esencia? Aquello con lo que nacemos y luego vamos formando lentamente pero que nos define de alguna manera…diferenciándonos de los demás. Se relaciona con nuestra manera de ser, actuar, pensar, los valores. ¿Quien nos forma? Tal vez nosotros junto con las circunstancias que tenemos y elegimos. Hay muchas cosas que no tienen definición sino que dependen exclusivamente del ser individual. La vida quizás es un juego de alternativas que debemos enfrentar y posteriormente encontrarle una dirección a los caminos que tomamos. Buscar, seleccionar, definir lo que somos a través de lo que hacemos, pensamos, sentimos. Un ciclo interminable donde el desafío es NO caer en la rutina, y aprender de la sabia experiencia si sabemos VER. Aparecen sentidos nuevos, ambiguos de los que somos prisioneros pero creadores al mismo tiempo por lo tanto debemos darle un rumbo para que funcionen como conductores al placer, al poder disfrutar plenamente sin tantas condiciones. Pero ¿cómo sabemos qué condiciones tener en cuenta para que la felicidad no sea sólo una ilusión y el mundo utópico se transforme en realidad? Simplemente viviendo, escribiendo nuestras propias reglas, nuestros propios lugares para poder compartir en una atmosfera de comodidad, que son una base necesaria para que el “sentirse completo” se haga realidad. Y ¿por qué?, la relatividad nos acompaña de manera constante, se trata de encontrar las respuestas necesarias para cada paso que damos, intentando alcanzar la seguridad en nosotros mismos. ¿Y por qué resulta una tarea tan compleja? La infinidad de signos de pregunta que se nos presentan nos condiciona a elegir, experimentar, y darnos cuenta qué es lo que buscamos y si ahí realmente nos sentimos plenos. La ambigüedad nos persigue en nuestro labor de simplificar o tal vez complejizar para que sea posible caminar para encontrar un lugar en donde quedarnos, pero… uno sólo? No nos conforma lo simple y la rutina nos aburre, lo complicado nos produce impotencia por no poder combatirlo o tal vez nos incentiva y nos brinda claridad. Pero ¿Qué es realmente lo que nos brinda aquello que necesitamos? Creo que es justamente en este punto donde radica el error…¡Nada! No hay nada que nos brinde todo, lo exterior nos competa, pero la base es nuestra. Solemos automáticamente transformarnos dependientes de lo que se nos cruce en el camino, creando de este modo un refugio perfecto para evitar la tarea más difícil de armar el rompecabezas. Es imposible quizás mantener su permanencia, consiste reiterados cambios de fichas conservando una definición en la forma, determinar qué lugar ocupa cada cosa y dónde nos ubicamos nosotros frente a eso, qué espacio nos damos…

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