jueves, 11 de febrero de 2010

caminando entre vacios y nebulosas


Caminando entre vacios y nebulosas

***El vertigo de estar en lo mas alto de un subibajas puede transformarse en angustia. El limite de las posibles alternativas genera un miedo concreto donde por mas que estemos en un lugar indeseado, sabemos por que estamos alli, que debajo de eso no hay otra cosa. Se trata de un precipicio finito, vemos su fondo.
Distinto seria lo que ocurre en la atmosfera de la angustia, es aquel agujero sin fin, del cual no sabemos NADA. El vacio se presenta como el participante principal.
Como lidiar desde aquellas alturas añoradas con la posible llegada de una bajada brusca?
“La angustia del bien y el dolor del mal juegan a las escondidas eternas”. Extremos que se ocultan uno detrás del otro, movilizando lo mas profundo de nuestro ser, estemos en cualquiera de los dos…cual es mas factible? Estando en aquella orbita omnipotente que repentinamente se abre unos milímetros y deja ver la claridad de lo oscuro… lo incógnito, aquel misterio que nos impulsa generandonos deseo… una incertidumbre que puede tornarse en desagradable casi sin dejarnos percatar del cuando, como ,porque ¿O bien permanecer en una nube negra, que al estallar nos deja en un lugar que pensamos no hay peor..
sumergidos en el dolor nos sentimos vivos, y lo que nos lleva al mismo sentimiento del otro extremo es la misma causa, pero de forma invertida, encubierta, como amenaza constante que no sabemos cuando puede llegar a instalarse., convirtiendose en el juez comun.. determinando? ….


***Autoestimas perdidos buscan sin encontrar, sin buscarse, sin encontrarse. Evitar el camino mas complejo, el de una mirada interna conduce a una seguidilla de equivocacioses diversas en cuanto a las proporcionalidades de importancia que atribuemos a los acontecimientos externos. Los filtros inexistentes hacen que todo pese mas, que no haya amortiguación alguna u que cada rasguño tenga el efecto de una bomba en explosión, llenando de escombros la vista, impidiéndonos ver. El cambio quiere aparecer, pero no encuentra caminos para hacerse presente, malgastando su energía constantemente vuelve una y otra vez a atormentarse con montañas de niebla que no contribuyen a mejora alguna, obstruyendo progresivamente la misión.
¿Cómo dar aquel primer paso conductor de un rumbo distinto? Dejar de correr para el lado contrario es un buen comienzo. Luego del freno aparece la vuelta hacia uno o el peligro de la repetición.

*** Siempre encontramos las causas para todo afuera. El alrededor nos condiciona, pero somos nosotros los que nos volvemos vulnerables para que ello ocurra. Nos moldeamos de acuerdo a como nos golpea o acaricia la manos que aparezco. ¿Siempre somos receptores pasivos? Aquí es donde aparece el factor de cambio. ¿pero cómo invitarlo a participar? Frustraciones intolerantes manejan la balanza, distribuciones sin razón de ser pujan para el lado contrario, lastimando a medida que se alejan. ¿Como darles un espacio optimo para que fluya su potencial de movimiento sin hacer daño? Fuerza para atajarlo a tiempo, inteligencia para darle otra forma, paciencia para entender que no es instantáneo el proceso que parece imposible

***Presiones agobiantes, tranquilidad escondida bajo la ceguera del andar sin descanso. El temor al detenimiento provocando la búsqueda compulsiva. Angustia por no saber, impotencia que nos invade construyendo murallas internas y multiples autopistas para escapar. ¿Porque no hacer un intercambio proporcional? Creando vías para sumergirnos en el interior del que nada sabemos. Intentos de apariciones, fracasos al mostrarse irreal, desfigurado. Sincerándose al ser disconforme, resaltando la falta, evidenciando la parte inmanejable que nos impide vivir sin tormentas constantes. Tal vez deberíamos comenzar por intentar explorarla, conocerla, denternos a apreciarla dándole valor. Enemigos de nosotros mismos, pretendiendo amigarnos con lo demás, un abordaje ridículo nos conduce a la inutilidad del camino mas sencillo.

***Un dia mas, el consumo insaciable se convierte en un participante poderoso, apropiándose concientemente del rol de guía que dirije el juego. Moviendo fichas inamovibles, estabilizando el dinamismo, modificando la realidad, participando den ella? O bien siendo espectador desde la orilla? Amenazando pero firme en su exterior, sumergido en un mar de dudas pretendiendo ser allí indiferente. Arriesgos sin fin, fines con direcciones utópicas, luchas internas oceánicas, que se alejan formando múltiples capas protectoras que encubren la única verdad, un yo inseguro que teme en el viaje de llegar a ser autentico protagonista de lo visible, perceptible tal vez para el afuera, pero principalmente para si mismo.

***Miedo de ser, control exagerado, salidas sin ver, motor estancado, frenos al placer, fantasear incorporados, búsqueda al pertenecer, estallar desamparado, intentos de renacer, regresos del pasado, desconfianza sin querer, sufrimiento implantado.
Girando en el desierto, gritos desmedidos, silencio incierto, caminos divididos, quebrándose el sueño, despierto con ideales partidos, jugando sin acierto, ruidos sin sonidos, tristemente advierto, imponentes alientos cálidos, flotando en el concierto, sensuales pero pálidos.

***Rostros sin expresión, intensas miradas pérdidas, sonrisas sin motivos, emociones ausentes. Desconexión atacada por lazos precisos pero disfuncionales, descomposición de figuras imperfectas dan lugar a nuevas imperfecciones en busca del ideal utópico. Crecimiento alimentado por las faltas, los vacios irrumpen ahogándose en un silencio imparable. Voces sin sonidos, mormullos claves dibujan la indeseable realidad repleta de significados que quieren ser, pero que permanecen excluidos del cuadro. Si marco, con filtros de magia acumulada en los rincones de la lejanía. Recortes tajantes dividen las aguas calmas y alumbran el peligro volviéndose hacia el, envolviéndose, atrapándose, pero aun sobreviviendo.

***Idas y vueltas sin frenos, recorrer desenfrenado sin destino, energias derramadas por caminos inservibles. Lugares que se esconden, espejismos que acorrallan mi andar sin encontrar refugios reales. Tal vez existan y estén a nuestro alcance sin poder hallarnos en ellos.
Paz distante, angustia permanente apasiguada por pequeñas brisas calidas, sin reparos, solo escapes momentáneos, duraderos a corto plazo, sin constancia. Sumergidos en un subibajas que no conoce equilibrio alguno, bruscamente cambia de extremos en el tiempo, sin descanso. Atrapados, con salida invisible para mis sentidos, inalcanzable en el ritmo acelerado en el que acostumbran a convivir. Búsqueda sin encuentros, encuentros que llegan sin instalarse, un alrededor efímero generado por inseguridades internas que impiden pasos firmes.

***Puntos presentes en firmezas sin sentido en el conjunto para ser, para desplegarse en miedo, sin padecer. Decisiones ausentes, ausencias que determinan. Regiones dañadas en la profundidad de sus raíces, sujetas a esta causa indescifrable que las mantiene. Juegos repetidos, cíclicos, intentando en cada retorno modificarse, sin lograrlo, volviéndose dependiente de aquella sustancia dañina, esa convicción de poder. Iniciativas que no tienen el lugar que precisan, se comprimen generando una presión intensa que desemboca en una angustia irreversible, presa de sí.

***Energías en vaivén destrozan castillitos de arena en un instante, que transforman al rio mas manso en un mar violento. Movimientos bruscos derriban y construyen en tiempos imperceptibles. ¿paz duradera? ¿verdadera? En principios pareciera mantener alejada la tormenta, sin lograrlo. Recorridos de aire frescos renuevan el respirar diario, dejando huellas calidas, que abrazan el cuerpo, protegiéndolo. Miedo del regreso de aquellos fantasmas que desestabilizan el interior provocando explicaciones dañinas. Seguridad con incertidumbres fieles en un camino de avalanchas y remolinos.

***Enredaderas me atrapan, me agobian, me encierran, penetrando en lo mas profundo y recorriendo cada parte, dejándome sin… sin aquel motor para un mirar hacia adelante, hacia el presente sin que derrames de lagrimas obstruyan aquella visión. Sumergidos en un sinfín de angustias que se agigantan al no encontrar caudas a su existir. Invaden cada detalle, dejando solo pequeños instantes para que el disfrutar sea posible. El desalojo pareciera alejarse entre las sombras de incertidumbre. Su permanencia exhaustiva realiza su labor diario. Cansancio por buscar sin encuentros, por salidas erróneas o soluciones momentáneas. Un aumento se pronuncia sin anunciar su punto final. Volviéndose cautivante dentro del desagrado de su presencia. Sin resguardos, sin tranquilidad, desesperación, distorsión de la realidad a pesar de la conciencia respecto de esta. Perseguir lo inalcanzable alcanzar lo efímero. Inmersa en un mar de dudas que me vigilan, arenas que se mueven y rocas que golpean y lastiman, dejando huellas, queriendo comunicar algo que resulta imperceptible. La interferencia reinante en el camino dificulta la tarea, haciéndose presente en la puerta y en cada escala, fiel a cada paso. Generadora de conflictos que pretenden colorear el vacio. Sin lograrlo permanece firme, controlador y desafiante mantiene el timón del barco. Sin hundirse, pero sin navegar, se destroza y regenera en cada golpe. ¿Renovándose? ¿O tal vez deteriorándose? Sin poder distinguirlo, cegada por una nube multicolor, sin poder ver más allá, focalizándonos en algún color penetrante, ignorando el resto. Navegando en el aislamiento consciente pero inmodificable o tal vez aun sin herramientas para hacerlo.

***Puñal en el pecho que mantiene su presencia, dejándonos sin aire. Sensaciones, ambivalentes, ambiguas, indeseadas. Una tormenta nos inundan, instantes posteriores el sol radiante nos la piel. Sin protección, sin refugio, desamparo, desesperada necesidad de descarga y desaparición. Dañinas sensaciones captan percepciones contradictorias, extrañas, propias y ajenas simultáneamente. Sin poder distinguir cómo, cuándo, y hasta dónde, porqué y qué es lo que genera ese malestar profundo que habita en el fondo de nuestro ser, asfixiándonos en cada aparición.

***Vacío profundo, localización fija, variaciones en su intensidad, constancia en su presencia. Al borde, tambaleando entre los extremos, un pie adentro y otro afuera mantienen aquel equilibrio desagradable y angustiante, por ser inestable, brusco y sin motivos precisos.
Avisos sin llegadas, apariciones sorpresivas, un velo en los sentidos que se mezclan y confunden, sin diferenciarse, agudizándose o escondiéndose por completo. Tranquilidad lejana, invisible, horizontes borrosos, tierras movedizas, seguridades perdidas entre sombras y luces brillantes que encandilan la mirada. Sin ver, viendo espejismos, imaginando, exagerando, desparramando energías sin rumbos, buscando aferrarse sin conseguirlo. Sin llegar al objetivo de paz, refugio interno, sin funcionamiento, sin garras para atraparlo afuera. Ante el encuentro se funden en la palma de la mano, se escapa entre los dedos o al llegar resultan heridos del primer contacto. Un monstruo interno provoca sensaciones de incertidumbre al percibirse como extraño, ocupando el lugar de responsable por no mostrarse y a su vez devolviendo imágenes difusas de la realidad incongruente con la que esta conectado. Persecuciones constantes, ataques provenientes de afuera, resaltando aquella falta permanente, que obstruye y descarga, contaminando tanto el alrededor como lo propio, siendo estos condicionantes inseparables que rebotan intentando esquivar.

***Alivios que queman, un respirar casi sin vida, pero sin contaminación. Tranquilidad, lejos de la turbulencia que habitaba en los pasos cotidianos. Dolor, ilusiones dejadas atrás. Latidos que siguen palpitando en el vacio.
Lagrimas que descargan impotencia, por no lograr lo querido, por intentos que no dieron los resultados esperados. Por esperas de llegadas ausentes, engañosas, inciertas, cíclicas en su forma y su contenido rondando un mismo sentido, el de la angustia, el de la insatisfacción, el que no quiere ser descubierto aunque se repita, pretendiendo pasar desapercibido.
Las marcas dan aviso del final que ya no es eludible, es zano y contenedor de penas insaciables pero con un tiempo cierto, de lo contrario el circulo infinito atraparía nuestras almas aprisionándonos infinitamente.

*** Las idealizaciones de deslizan, dejando ver lo real. Tristeza abundante recorriéndonos el cuerpo. Una alerta precisa y difícil de escuchar. El contenido indeseado revela una visión inoportuna, pero ineludible. Rutina instalada, códigos únicos, miradas que perduran desde lejos. Sin concebir el presente tampoco pueden desatarse. Encaprichadas pretenden continuar. Ya sin herramientas validas caminan juntos hacia un final sin salida, atrapados. Juntos pero encerrados en capsulas distintas. Dificultades frecuentes para conectarse, para compartirse, para que el sentirse no dure solo ese instante donde la pasión infinita los encandila uniéndolos.
Ilusiones que persiguen, recordando lo proyectado. Sueños que despiertan en realidades que no concuerdan. ¿Tiempo perdido? Indudablemente aprendizajes acompañando a intensidades pertenecientes a momentos hermosos, donde reinaba la plenitud que respiraba el amor viviente. Irrumpida por desilusión, tironeando la cuerda para lugares distintos, haciéndose progresivamente más débil. Curas desconocidas para fortalecerse. Cayendo en un abismo donde lo fusionado parece resquebrajarse hasta verse separados, en lugares distintos con dificultades de coincidir en algún sitio, para acariciarse sin dejar heridas, para abrazarse sin miedo a no volver a encontrarse.

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