martes, 18 de mayo de 2010

el deseo se fugó...

Cuando lo insulso se introduce en la rutina diaria.. No hay nada que saque aquel sin sabor del sentimiento que parece la nada misma. Un suspiro que no alivia, un respirar pesado. Donde concluye aquello que empezó? O fue simplemente el producto de la imaginación, la fuerza del deseo que se enamoró de aquello que no existía… de eso que a la distancia fue tan claro que faltaba. Lo suficiente y lo necesario no parecen llevarse bien, ambos pertenecen al planeta del conformismo y son una pantalla que engañan a aquel verdadero deseo encubierto. Como hacerlo aparecer? Como hacer que no se desvíe con cualquier rayito de sol que dilucidan en la oscuridad eterna? Sombras que no cesan cuando la luz es ignorada, la calidez refugiada un las banalidades de lo cotidiano no deja de perseguirnos.. de estar cerca, amenazando.